Eusko Alkartasuna (EA) se queda con un escaño en el parlamento vasco y Unión Progreso y Democracia (UPyD) de Rosa Díez no decidirá la lehendakaritza. Ya llegaron los votos de los vascos del exterior y volvió el escaño que el Partido Socialista de Euskadi, el PSE, había perdido en último momento la noche del domingo. Patxi López ahora puede utilizar esos 25 escaños para liderar el cambio que dicen que votaron los vascos en las urnas. El Partido Popular (PP) parece totalmente dispuesto a colaborar con el PSE y apoyarle en la investidura como lehendakari. Incluso, los populares parecen dispuestos a formar un gobierno de coalición que del que Patxi López hace oídos sordos.
El Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha comenzado su labor de oposición mezclada con pactos. Su presidente, Íñigo Urkullo, primero llama a los socialistas golpistas para luego tenderles la mano y negociar un acuerdo de estabilidad que mantenga a Juan José Ibarretxe como lehendakari otros cuatro años. Pero resulta que Patxi López se ha empeñado en que tiene que liderar el cambio en Euskadi. Incluso, López abre la puerta a introducir en su equipo de gobierno a gente no afiliada a listas socialistas.
En este clima de incertidumbres hay algo claro: rodarán cabezas, como la que ya ha rodado, la del coordinador general de Ezker Batua-Berdeak, Javier Madrazo, y todo hace prever que si Patxi López llega a la lehendakaritza, Urkullu y su nacionalismo nada moderado tienen los días contados. Es difícil imaginar a Ibarretxe en la oposición, como lo era pensar en un gobierno no nacionalista en Euskadi.
El Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha comenzado su labor de oposición mezclada con pactos. Su presidente, Íñigo Urkullo, primero llama a los socialistas golpistas para luego tenderles la mano y negociar un acuerdo de estabilidad que mantenga a Juan José Ibarretxe como lehendakari otros cuatro años. Pero resulta que Patxi López se ha empeñado en que tiene que liderar el cambio en Euskadi. Incluso, López abre la puerta a introducir en su equipo de gobierno a gente no afiliada a listas socialistas.
En este clima de incertidumbres hay algo claro: rodarán cabezas, como la que ya ha rodado, la del coordinador general de Ezker Batua-Berdeak, Javier Madrazo, y todo hace prever que si Patxi López llega a la lehendakaritza, Urkullu y su nacionalismo nada moderado tienen los días contados. Es difícil imaginar a Ibarretxe en la oposición, como lo era pensar en un gobierno no nacionalista en Euskadi.
0 comentarios:
Publicar un comentario